No pocas veces he escuchado esta frase en multitud de discursos, aunque su significado real no quede totalmente claro. Ni puede estar abierta a todos los subordinados, ni en cualquier momento, ni… ni en realidad querríamos decir eso.
En la comunicación hay un secreto enormemente sencillo: la sencillez basada en la sinceridad. Es entonces cuando se une lo honesto con lo sentido y el resultado, siempre, es excepcional.
En ComunicaMente intentaré que mi puerta siempre esté abierta para contestar con celeridad a aquellos que me pregunten, a aquellos que me pidan información; puerta abierta a sugerencias sobre conferencias que puedan suponerme un esfuerzo añadido de adaptación; puerta abierta a difundir lo aprendido poco a poco entre aquellos que todavía tienen camino por recorrer y lo quieren hacer disfrutando del liderazgo… a través de una correcta comunicación.